Históricamente los hombres tienen una mayor información de abuso y dependencia de sustancias… pero las mujeres están cerrando rápidamente esa brecha.
Las mujeres jóvenes y las mujeres de mediana edad tienen un porcentaje casi igual de problemas de dependencia y abuso de drogas y alcohol que los hombres.
Hasta hace poco, no era raro que a una mujer se le diagnosticara una afección médica o un problema de salud mental sin que se le preguntara sobre su consumo de alcohol o drogas. O, si se le preguntaba, negaba el problema. Pero hoy en día, la adicción se identifica más fácilmente y se aborda directamente en los consultorios.
Las mujeres enfrentan diferentes barreras para obtener ayuda que los hombres.
Sin embargo, el estigma asociado a la adicción puede ser más fuerte para las mujeres, en particular para las madres, que para los hombres. La negación, el miedo y la vergüenza impiden que las mujeres miren honestamente su consumo de drogas, y que pidan ayuda a amigos o familiares o consulten a un profesional. Otras barreras comunes para ayudar a las mujeres incluyen responsabilidades de cuidado de niños, salarios más bajos/menos ingresos, abuso de sustancias por parte de la pareja u otros miembros de la familia, miedo a perder la custodia de los niños, falta de acceso a recursos o sentirse indignas de ayuda o apoyo.
Las mujeres se recuperan de la adicción de manera diferente a los hombres.
La recuperación a menudo ocurre rápidamente para las mujeres. La recuperación es algo natural para las mujeres. Eso es por que las mujeres están programadas para las relaciones y la recuperación de la adicción comienza con la unidad. El cerebro femenino es muy diferente del cerebro masculino, y comienza en el útero con los centros de comunicación siendo diferentes. Las mujeres están conectadas para la unidad y muchas de ellas obtienen su valor por la calidad de sus relaciones con los demás. La adicción es una condición extremadamente aislante. Las mujeres se pierden en sí mismas y a sus relaciones más importantes debido a la adicción. Gran parte del proceso de la recuperación gira en torno a unirse con otras personas que comparten la lucha y el propósito común.
Debido a que están conectadas de manera diferente a los hombres, tanto en el cerebro y en la necesidad de unirse a los demás, como fisiológicamente, los problemas de recuperación temprana son diferentes.
Las situaciones individuales de alto riesgo pueden incluir antojos, comenzar o terminar relaciones románticas, dolor físico, pasar tiempo a solas, cambios hormonales, períodos de mucho estrés o después de períodos de estrés (las secuelas del resentimiento), seguridad en sí misma en la recuperación (“lo logré”), y pensar en que ya no ocupa ayuda, miedo de celebrar su primer aniversario de recuperación y dar testimonio, complacencia y aburrimiento.
Todos estos aspectos pueden ser contenidos en unidad con personas que le ayuden a identificarlos cuando están siendo manifiestos en su conducta y corregirlos, previniendo así seguras recaídas.
Fuente: Revista Mujer y Poder
Dr. José María Suárez Osuna / Presidente y Fundador de Casa Mispah
¿Conoces a alguien que necesita ayuda por tener problemas de consumo o conductas dañinas? En Casa Mispah estamos preparados para brindarte una atención especializada y altamente profesional.
*Este blog tiene fines informativos. Entendemos que la situación de cada persona es única y este contenido solo proporciona una comprensión general.